La escritora María Isabel Cintas ha presentado en Sevilla la biografía de 'Chaves Nogales. El oficio de contar', obra ganadora del Premio Antonio Domínguez Ortiz.
La Catedrática de Lengua castellana y Literatura del Instituto Bécquer y doctora en Filología Hispánica, María Isabel Cintas Guillén,
ha presentado la biografía de este "lúcido" periodista y escritor
sevillano que ya se ha convertido en uno de los "grandes" de la
literatura española.
Manuel Chaves
Nogales comenzó a hacer sus primeras inscripciones en el mundo de la
prensa con 15 años, nos comenta Isabel. Poco después viajó por varios
países de Europa y la Rusia Soviética, donde obtuvo un "panorama único
de esta época histórica de transición entre guerras". Se cocía un
periodismo nuevo en un intento por dinamizar la prensa amordazada con la
censura impuesta por Primo de Rivera.
A
sus 30 años logró uno de los premios más prestigioso del periodismo
español, el Mariano de Cavia. Chaves Nogales entendía el periodismo como
un trabajo de campo y salía en busca de la información "sin horas ni
límites geográficos; lo que veía lo contaba con imparcialidad, belleza y
sencillez".
Recorrió el territorio
español, se apegó a Azaña y dio cobertura a importantes acontecimientos
de la Segunda República. Llegó hasta el Sáhara y en la URSS se adentró
en lugares no permitidos. Transitó por la Italia de Mussolini y la
Alemania de Hitler, entrevistó a su ministro de Propaganda, Joseph
Goebbels, y ya percibió el advenimiento del nuevo fascismo alemán.
Entrevistó a reyes y príncipes, como Alfonso XIII, a mandatarios de la
revolución rusa, dirigentes europeos, cofrades de la Semana Santa
sevillana, artistas y toreros.
Como
tantos otros liberales, en 1936 se exilió en Francia, donde cultivó un
"periodismo sin fronteras" publicando artículos que llegaban hasta
América Latina. En los años 40, en su segundo exilio a Inglaterra,
continuó con la colaboración de la prensa sudamericana. Su agencia 'The file street'
se convirtió en el nexo entre Europa y América Latina, a la vez que en
un pensamiento portavoz y cooperador con los aliados. Su temprana
muerte, a los 47 años de edad, le impidió llegar a ser "el gran
periodista universal" en el momento en el que "tropas aliadas preparaban
el desembarco de la democracia".
'Chaves Nogales. El oficio de contar'
Durante la presentación del libro, Rogelio Reyes,
Catedrático de Literatura Española, nos confiesa que no tuvo
conocimiento de este gran periodista hasta que se topó con la obra 'Juan Belmonte'
y quedó prendado de su "fluidez literaria, profundidad y calidad de
escritura". Se trataba de un joven de 24 años que se desenvolvía entre
géneros propios de nuestro periodismo moderno consiguiendo integrar
reportaje, entrevista, periodismo de investigación (tal y como lo ahora
lo cocebimos), práctica de entrega e incluso folletín.
"Maribel
y yo", comenta Rogelio, "nos conocimos en unas oposiciones muy duras
que nos llevaron a enmarcarnos en la enseñanza media con una ilusión y
entusiasmo que, por desgracia, hoy no abunda". Así, cuando Isabel le
preguntó sobre qué podía realizar su tesis en 1998, Rogelio le habló de
Chaves Nogales. Necesitaba una persona con una visión lúcida del
periodismo". Ahora, les une además de un respeto y compañerismo una
"sentimentalidad y sintonía de admiración común hacia esta figura".
Chaves
Nogales poseía una "dedicación gozosa y exclusiva al periodismo",
comenta Isabel Cintas. "Gozosa
porque para él fue una autentica
vocación. Supo separar la literatura en un momento en el que el
periodismo era indudable e irremisiblemente literario. Y como
consecuencia exclusiva, porque vivió en plenitud buscando ser un
informador imparcial, analítico y certero de los muchos acontecimientos
por los que transcurrió su existencia".
Rogelio
menciona que la biografía de Isabel es exclusivamente "profesional"
pero, sin embargo, aclara que ha dejado pistas que nos permiten
aproximarnos no sólo a lo que era la obra de Chaves "sino a su
personalidad, actitud ante la vida y sobre todo, a su compromiso con la
gente pobre y más débil de aquel tiempo. Un ejemplo que a la España de
hoy todavía le falta".
"Contar y
andar", decía Manuel Chaves, y así lo ha remarcado el profesor Rogelio
Reyes que ha acudido a la cita de Baroja "un periodista de pata" para
exaltar la audacia y veracidad del periodismo real, el que contaba y se
pateaba Nogales, un periodismo que hoy se está perdiendo.
Durante
la presentación, no faltaron felicitaciones y agradecimientos a la Real
Academia por acoger el evento en el que participaron también Enriqueta
Vila e Ignacio Garmendia, que premiaron el atributo merecido a uno de
los"mayores periodistas y escritores de la modernidad".
Rescatado
del olvido, reconocido y galardonado, Manuel Chaves da nombre a una
calle de Sevilla y su trayectoria profesional puede encontrarse al
alcance de cualquier ciudadano.