- El Día Internacional del Voluntariado reconoce a los 3.000 implicados por la causa en Jerez y galardona a un joven de 13 años
- Esteban Viaña y Álvaro Fernández obtienen el premio 'Manolo Blanco'
Álvaro Fernández es un joven de 13 años que recibió
durante la mañana de ayer en la Sala Compañía el premio Voluntariado
'Manolo Blanco' en la modalidad joven para menores de 30 años. Álvaro
colabora desde 2010 con la asociación AFA de la 'La Barca' para personas
con Alzheimer. La dotación de este premio ha significado no solo un
reconocimiento en su trabajo desinteresado, sino un estímulo personal en
su dedicación.
Por otro lado, Esteban Viaña ha sido galardonado dentro
de la modalidad adulto por su implicación en la asociación Siloé,
destinada a enfermos de sida. Esteban reconoce que el premio no es para
él sino «para todo el colectivo». Después de varios años de plena
dedicación, afirma sentirse con «la misma ilusión», y hace un
llamamiento para que «este reconocimiento público anime a más gente a
participar».
Además, este premio -que se ha visto adelantado este año a
noviembre por el puente de la Constitución- no ha dejado al margen a
otras organizaciones también comprometidas con la causa y ha querido
reconocer el trabajo de sus representantes. Entre los candidatos han
estado Rosario Clavijo, de la Asociación Voluntariado Libre, que debido a
su ausencia ha acudido su hija; Antonio Salazar, de la Asociación no
gubernamental Madre Coraje o Juana Gutiérrez Benítez de la Asociación de
Vecinos de San Juan de Dios. También han estado implicados, Salvador
Pérez Pino de Afemen, dedicada a familiares de enfermos mentales; Ramón
Toro Jiménez, de la asociación de vecinos 'La Unión' y Manuel López
Rodríguez, de la asociación de jubilados 'El Chiquitín', que tras sus 25
años de dedicación con la «causa social» se siente «renovado» y afirma
que el reconocimiento no es únicamente para él sino «para compañeros,
amigos y familiares».
También se condecoró al cantaor de flamenco, Fernando
Soto, reconocido por los premios Voluntariado por colaborar «de la mejor
manera que sé hacer» dijo, «cantando y bailando». Soto mencionó que
mientras «esta sala siga abarrotada significará que hay grandes
corazones en Jerez». Tras la recogida de premios y sucesivos
agradecimientos, el cantaor deleitó la velada con una bulería junto al
guitarrista Pedro Pimentel, para conmemorar la celebración. Con ello
quiso aportar su «granito de arena» y se despidió «por muchos años más».
Lidia Menacho, concejal delegada de Participación
Ciudadana, Educación y Juventud, reconoció que «quedan cuatro años de un
durísimo y reconfortable trabajo», a lo que la alcaldesa, María José
García Pelayo recordó que «el Consejo Local del Voluntariado es un
órgano vivo a pesar de los tiempos difíciles». Pelayo aludió a los 100
millones de voluntarios reconocidos en el mundo y matizó los 3.000 que
luchan engrandeciéndose diariamente en Jerez, aunque la alcaldesa no
habla de números sino de «compromiso y entrega».