domingo, 27 de noviembre de 2011

Toda una vida dedicada a los demás

 Álvaro Fernández es un joven de 13 años que recibió durante la mañana de ayer en la Sala Compañía el premio Voluntariado 'Manolo Blanco' en la modalidad joven para menores de 30 años. Álvaro colabora desde 2010 con la asociación AFA de la 'La Barca' para personas con Alzheimer. La dotación de este premio ha significado no solo un reconocimiento en su trabajo desinteresado, sino un estímulo personal en su dedicación.
 
Por otro lado, Esteban Viaña ha sido galardonado dentro de la modalidad adulto por su implicación en la asociación Siloé, destinada a enfermos de sida. Esteban reconoce que el premio no es para él sino «para todo el colectivo». Después de varios años de plena dedicación, afirma sentirse con «la misma ilusión», y hace un llamamiento para que «este reconocimiento público anime a más gente a participar».
 
Además, este premio -que se ha visto adelantado este año a noviembre por el puente de la Constitución- no ha dejado al margen a otras organizaciones también comprometidas con la causa y ha querido reconocer el trabajo de sus representantes. Entre los candidatos han estado Rosario Clavijo, de la Asociación Voluntariado Libre, que debido a su ausencia ha acudido su hija; Antonio Salazar, de la Asociación no gubernamental Madre Coraje o Juana Gutiérrez Benítez de la Asociación de Vecinos de San Juan de Dios. También han estado implicados, Salvador Pérez Pino de Afemen, dedicada a familiares de enfermos mentales; Ramón Toro Jiménez, de la asociación de vecinos 'La Unión' y Manuel López Rodríguez, de la asociación de jubilados 'El Chiquitín', que tras sus 25 años de dedicación con la «causa social» se siente «renovado» y afirma que el reconocimiento no es únicamente para él sino «para compañeros, amigos y familiares».
 
También se condecoró al cantaor de flamenco, Fernando Soto, reconocido por los premios Voluntariado por colaborar «de la mejor manera que sé hacer» dijo, «cantando y bailando». Soto mencionó que mientras «esta sala siga abarrotada significará que hay grandes corazones en Jerez». Tras la recogida de premios y sucesivos agradecimientos, el cantaor deleitó la velada con una bulería junto al guitarrista Pedro Pimentel, para conmemorar la celebración. Con ello quiso aportar su «granito de arena» y se despidió «por muchos años más».
 
Lidia Menacho, concejal delegada de Participación Ciudadana, Educación y Juventud, reconoció que «quedan cuatro años de un durísimo y reconfortable trabajo», a lo que la alcaldesa, María José García Pelayo recordó que «el Consejo Local del Voluntariado es un órgano vivo a pesar de los tiempos difíciles». Pelayo aludió a los 100 millones de voluntarios reconocidos en el mundo y matizó los 3.000 que luchan engrandeciéndose diariamente en Jerez, aunque la alcaldesa no habla de números sino de «compromiso y entrega».
 
 

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