Rafael
 Santandreu ha estado en Sevilla presentando su último libro, 'El arte 
de no amargarse la vida', un manual muy completo y saludable para 
alcanzar la estabilidad emocional.
Este psicólogo barcelonés, tras el éxito
 de su anterior publicación 'Escuela de felicidad', ha decidido recoger 
en su libro una serie de pautas sencillas y didácticas con el fin de 
educar nuestra mente y aprender lo fácil que es sentirse feliz.
En una sociedad cada vez más severa, 
consumista e individualista, Santandreu rompe con el tópico de las 
'necesititis' y 'terribilitis' ficticias y se sirve de la terapia 
cognitiva y racional para encontrar la paz y la felicidad entre lo que 
puedes poseer, huyendo así de las falsas aspiraciones y autoexigencia 
que degradan nuestra fuerza emocional.
Santandreu asegura encontrar la 
felicidad en las pequeñas cosas y reconoce que todo está en cómo te 
"amuebles" la cabeza para llegar a conseguirlo. Este psicólogo se sirve 
de las diversas historias y anécdotas de sus pacientes para justificar 
sus creencias y hace un seguimiento sobre la mejoría de ellos. Propone 
"un cambio de chip" y una nueva filosofía de vida, ya que vivimos en una
 sociedad donde afortunadamente poseemos todo lo básico para 
sobrevivir. 
¿Qué tiene que ver ‘el arte de amargarse la vida’ de Paul Watzlawick con ‘el arte de no amargarse la vida’ de Rafael Santandreu?
Nada. Conocí a Paul Watzlawick en 
Italia, pero no tiene mucho que ver. Sabía que existía otro título 
semejante, por eso resaltamos el ‘no’. Además, Paul Watzlawick ironiza 
sobre el concepto mientras que yo compongo un manual para conseguir la 
felicidad.
¿Es la felicidad una lejana isla denominada utopía como menciona Thomas More?
Hay mucha gente feliz en el mundo. Por 
ejemplo, la persona más feliz que conozco es el pescadero que está 
debajo de mi casa. Y eso sólo le pasa a la gente que tiene la mente del 
monoloco, es decir, a las personas que van de rama en rama buscando 
cosas que no dan felicidad o gratificación. Entonces vamos de un lado a 
otro y no las encontramos y no se sabe ya dónde estamos ni lo que 
queremos. Es muy confuso, la mente del monoloco se cura dándote cuenta 
de que lo tienes todo y no necesitas nada más para estar bien. Si no 
tienes la mente de un monoloco, ser feliz es muy fácil.
¿Es cierto el dicho “en la ignorancia se vive mejor”?
Ahora todo lo que necesitamos para estar
 bien emocionalmente es tener un buen conocimiento y madurez filosófica,
 porque con todos los medios y avances tecnológicos que poseemos 
habitualmente es muy fácil volverse loco. Lo único que pude detenerte a 
la hora de ser feliz es la educación en valores. La neurosis no es un 
sentido de la inteligencia. La solución correcta es amueblarte muy bien 
para que las cosas de tu alrededor no te afecten. Ser fuerte a nivel 
emocional depende de como tú te amuebles la cabeza.
¿Ser feliz dentro de mi pequeña 
parcela particular o en relación con un mundo injusto y colmado de 
desgracias, maldades, rencor…?
Charles Darwin escribió la teoría de la 
evolución de las especies y en ella dijo que "después de todos los 
viajes que he hecho, de todos los animales y especies que he 
investigado, he llegado a la conclusión de que el destino del hombre es 
ser feliz". No sería adaptativo que una especie no tirara hacia la 
felicidad de una manera natural. El hombre se crea fantasías mentales 
que le impiden ser feliz. Esa manera correcta de pensar se basa en agua y
 comida para sobrevivir.
Y en una guerra, ¿tiene cabida la felicidad?
También. De hecho, conozco gente que ha 
estado en guerras o en campos de concentración y han sido felices. Por 
ejemplo, Thomas Buergenthal, un juez norteamericano de la Corte 
Internacional de la Haya, ha escrito un libro hace poco donde retrata 
cómo de niño estuvo en un campo de concentración nazi. Desde los diez 
años y hasta los catorce. Mataron a su padre y le apartaron de su madre y
 él pensaba que estaba muerta, pero tras la guerra la reencontró. Él 
dice: "yo en el campo de concentración estuve bastante bien porque mi 
padre me enseño a estar bien". Si eres una persona fuerte emocionalmente
 es muy fácil ser feliz. Depende de que te no te fijes en lo que no 
tienes, sino en todo lo que tienes, en las oportunidades.
En una experiencia personal 
sobre una enfermedad que sufrió su padre, mencionas el tabú que 
mantenemos en torno a la muerte y el problema que eso supone. ¿Hasta qué
 punto se ha idealizado o sobrevalorado la muerte respecto a nuestra 
relación con ella y cómo nos afecta?
Es un error que cometemos ahora mismo. 
Negamos el hecho de la muerte y eso es un error porque es muy importante
 ser consciente de que nos vamos a morir y de que la muerte es una cosa 
natural y buena. De hecho, la muerte es el mejor ansiolítico que se 
conoce, es el mejor desestresante del mundo. Es decir, como te vas a 
morir, por qué has de preocuparte. Y sobre todo, no jugar a eso de que 
no te vas a morir nunca, que es lo que lo que hacemos ahora. Si fuésemos
 a vivir para siempre, todo sería muy grave.
¿Qué ha hecho más daño, el hiperrealismo o el hiperromanticismo?
El hiperromanticismo. Ser un poco 
romántico es bueno, pero ser hiperromántico no. El hiperromanticimso es 
nocivo. El problema principal que vivimos los psicólogos es el desamor o
 el amor malentendido y  ese hiperromanticismo propio de los clásicos 
como Romeo y Julieta causa mucho más mal que bien. Además, el 
hiperromanticismo con el tiempo te lleva a la desdicha.
¿Qué hay del arte y el romanticismo?
El ser humano en la sociedad actual está
 un poco enfermo, porque hemos perdido capacidad artística. Antes se 
dedicaba mucho más tiempo al arte y eso es muy importante porque, una 
vez cubiertas las necesidades principales -la comida o la bebida-, 
deberíamos de hacer las cosas por arte. Pero una cosa es el arte y otra 
el sentimentalismo.
¿Nunca ha estado al borde de una neurosis o ha sentido la terribiliti?
Si. De hecho hace muchos años era algo 
neurótico, pero dejé de serlo gracias a este tipo de psicología. Me 
disgustaba todo y siempre estaba en desacuerdo con lo que hacía, me 
consideraba un perdedor.
¿Necesitas haber pasado por una crisis emocional previa para adquirir esa filosofía de vida?
Para nada, hay mucha gente que es fuerte
 emocionalmente porque sus padres les han educado así y los que no pues 
también lo pueden conseguir. Aunque es verdad que hay mucha gente que 
genéticamente está mejor dotado para la tranquilidad emocional.
"El miedo al aburrimiento es como el miedo a la soledad: no existe", afirma, sin embargo, cuando no es deseada…
El miedo sí que existe, pero es 
ridículo. Es como un picor; no es terrible, ni lo es cuando no es 
deseado, pero si te dices lo contrario y te convences a ti mismo de esa 
absurdez, entonces sí será molesto y acabarás obsesionándote con eso.
En la escuela, los niños salen preparados para competir y ganar,
 término inglés que usted ya menciona y critica en su libro, entonces, 
¿cómo pueden aceptar sus limitaciones si se les educa bajo la presión 
del éxito y la superación?
Mal. Hay que educar a los niños para no 
competir o solamente para competir divirtiéndose. Si la competitividad 
te la tomas en serio, entonces sí es un problema. La sociedad nos educa 
un poco mal y por eso cada vez hay más neurosis. El juego competitivo es
 sólo un juego y no pasa nada si no ganas.
¿Por qué la sociedad enseña a cohibir las emociones?
Está bien que así sea, si no, sería un 
coñazo y no concluiríamos nada. La gente tiene que sentirse feliz porque
 ya lo tiene todo para serlo y si se siente mal es por neuras.
Menciona el trabajo como 
diversión, pero dígame, ¿a quién le gusta limpiar la basura, trabajar en
 un tanatorio o arreglar cisternas? Y, sin embargo, tiene que haber de 
todo…
También puede resultar divertido. En 
cada momento, todo lo que estás haciendo puede ser fantástico. Tenemos 
demasiado autopresión y autoexisgencia y ése es el principal problema de
 la salud mental. Se trata de ser sencillo y realista.
Critica el libro 'El secreto' 
por inducir a una obsesión. ¿Considera que va en la línea con lo que ya 
mencionaba el psicólogo francés Émile Coué?
'El secreto' es superstición y es nocivo
 porque te lleva a desear demasiado y eso, a la obsesión. El ser humanos
 debe desear con moderación.
"Pide a los amigos aquellos que 
puedan dar y no lo que no puedan dar", señala en su libro, pero la 
sociedad nos exige, nosotros nos auto-exigimos y, por tanto, exigimos a 
los demás. ¿No es como el pez que se muerde la cola?
Sí, hay que dejar de exigir a los demás.
 La sociedad te exige, pero si tú no haces caso, no pasa nada. No 
podemos vivir al margen totalmente, pero sí poner en cuarentena las 
neuras de los demás. No debemos de creer ni hacer nuestras las neuras y 
super exigencia de los otros, y a los locuelos que te dicen mucho, diles
 que sí, pero no les hagas mucho caso.
¿Considera que el temor, una de 
los mayores límites, es una técnica actualmente usada por el poder para 
dominar sobre nuestra filosofa de vida?
Bastante, con el poder nos manipulan, 
pero si tú te amueblas bien, no te creerás todo ese temor. Es difícil, 
pero no imposible. Cuando leo los periódicos y leo esos titulares tan 
terribles: "Grecia al borde del abismo", yo no me lo creo y no pasa 
nada. Si quieres estar sano mentalmente, no creas todo. Es cierto que 
los poderes fácticos aprovechan el miedo para manipularte, pero si tú no
 te lo crees, no tienes nada que hacer.
¿Están las enfermedades mentales, ya sean depresión o ansiedad, infravaloradas a nivel sanitario en la sociedad actual?
Actualmente no atendemos demasiado 
tiempo a la salud mental y emocional. Y por el contrario, sí que 
dedicamos mucho tiempo a la salud física. Por ejemplo, la gente va al 
gimnasio, come bien… pero la solución no es expresar la emociones, sino 
hacer terapia cognitiva o terapia racional. De hecho, debería haber en 
las escuelas o gimnasios, materias o clases que hablaran estos 
conceptos. Sin embargo, yo no les diría que expresaran sus expresiones, 
sino que les diría cómo han de entender la vida. Muchas escuelas de 
filosofía piensan que expresar las emociones es curativo, pero yo pienso
 que no. Lo curativo son otras cosas.
¿Basa todo ese aprendizaje en una experiencia personal?
En parte sí y en parte no. Yo me apliqué
 esta terapia durante bastantes años y me fue muy bien, pero luego la he
 aplicado sobre personas y, a través de muchas historias y de casos, la 
he reafirmado. Muchos de mis pacientes, con el tiempo, me agradecen la 
terapia, los consejos y consiguen ser felices.

Cada vez que leo sobre un psicólogo no hay nada científico en sus afirmaciones.Después está el hecho de que son personas de éxito que ganan dinero y que hablan de que sin dinero y teniendo una vida miserable se es feliz,sin conocer realmente esa realidad, no son personas que están en paro,no trabajan en actividades fisicamente duras y estresantes,le dicen las cosas a los clientes más desde un punto de vista ideológico que desde un punto de vista realmente científico,no puedes saber realmente hasta que punto estás afirmaciones son exactas o hasta que punto son una suma de paranoias incluso mayores de las que tratan de curar.Posiblmente muchas de las cosas que afirma este señor en muchas entrevistas y en sus libros sean ciertas,pero muchas otras son desacertadas,posiblemente en unos años se podrá comprobar pero por el momento las comenta de un modo dogmático,como si tuviera la verdad absoluta,casi toda su tesis se basa en decir que todo en realidad es muy guay y casi nada es terrible,bajo que baremo afirma esto,quizá para el la perdida de un trabajo o vivir sin apenas para comer no sea algo terrible,posiblemente porque nunca ha experimentado esto,pero para mucha gente si lo es y no por ello se están equivocando, es que quizá si sea terrible pasar grandes necesidades o que se te muera alguien querido.
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